Sigue la búsqueda de tres hombres desaparecidos y dudan si hubo un accidente en el río

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Un pescador de Bajada Grande dice que los llevó a comer asado a la isla y sufrieron un accidente con la lancha. Parientes de los buscados denuncian que daría versiones contradictorias. Hay versiones de posible ajuste de cuentas.

Los familiares de Daniel Eduardo Luna, discapacitado, de 33 años, Cristian Piray, de 20 y Walter Sayes, de 32 –estos últimos, empleados de la construcción – están desorientados y destrozados. Desde el sábado a la noche buscan a los tres muchachos que, según un amigo de Luna que viajaba con ellos en una lancha, cayeron al río al hundirse la embarcación detrás del islote municipal, frente a la costanera de Paraná.
El sábado a las 21.30 se presentó en la comisaría 11ª de Bajada Grande un pescador que vive en Cortada 7, en ese barrio, para informar que alrededor de las 20 había sufrido un accidente con su lancha de madera con laterales de chapa y motor Villa. Según la información oficial de la Policía, el denunciante –que se llamaría Héctor Pereyra, conocido por los pescadores como “Negro” Pereyra – dijo que iba acompañado de tres hombres hacia la isla a pescar y festejar el cumpleaños de uno de ellos, y que cuando viajaban por el río grande, detrás del islote municipal frente a la costanera, chocaron un tronco. Agregó que en cuestión de segundos la lancha se llenó de agua y se fue a pique y que alcanzó a decirle a los otros que se mantengan a flote, porque él iría a buscar ayuda. También le informó a la Policía que sabía que los dos hombres más grandes –Luna y Sayes– sabían nadar, pero que no conocía al más joven –Piray– por lo que no podía dar fe de que supiera llegar a la costa. Por último, expuso que mientras nadaba hacia la costa de Paraná fue socorrido por otro pescador que lo trajo a Bajada.
Hasta allí la versión del presunto único sobreviviente del naufragio. Sin embargo, tanto en la Policía como entre los familiares de los otros tres hombres, abundan las dudas.
Ayer la Prefectura buscó todo el día. También buscó Ramón Luna, padre de Daniel y suegro de los otros dos muchachos.
El prefecto principal Gustavo Cabrera informó que desde el amanecer hasta la puesta del sol tres embarcaciones rastrillaron el río desde el kilómetro 601 –cerca del balneario Thompson– hasta la isla Lynch –pasando Bajada Grande–- y que hoy continuará la búsqueda. Confirmó además que la investigación del caso está en manos del Juzgado Federal de Paraná.
En tanto, Ramón Luna comentó que ayer de madrugada salió con su lancha a buscar en la misma zona. “Hice varias veces el mismo recorrido. Vi la gente de Prefectura trabajando también, pero no hay novedades”, se lamentó el hombre.

Dudas
Juana Abrego, mamá de Cristian Piray, pidió ayuda a todo aquel que pudiera dar algún dato para aclarar los hechos que, según ella, son confusos.
Junto a su nuera y la beba de 4 meses, hija del joven de 20 años desaparecido, Abrego apuntó directamente al pescador que manejaba la lancha accidentada. “El sábado como a las nueve y media de la noche me avisaron que los chicos habían tenido un accidente en calle Larramendi. Ellos habían salido más temprano con Pereyra, que los vino a buscar para ir a Bajada Grande a seguir festejando el cumpleaños de Daniel. Empezamos a averiguar qué había pasado y en la Policía nos dijeron que el accidente había sido en el río. Les dije que era imposible. Mi hijo no había ido a pescar”, relató la mujer.
Después explicó que en la comisaría le comentaron que Pereyra declaró que iban a comer un asado y pescar en la isla, y que tuvieron un accidente, aunque en Prefectura habría dicho que cruzó a los muchachos a la costa santafesina, pero que no los conocía. Además, Abrego aseguró que a otro hijo suyo –un hermano mayor de Cristian – el pescador de Bajada Grande le comentó que el accidente se produjo por una explosión en el motor de la embarcación, y que al regresar nadando a Paraná alcanzó a escuchar que Luna y Sayes gritaban, y que llegaban a la isla, en tanto que Piray había alcanzado a agarrarse de un bidón de nafta para flotar. “Cuenta cosas muy distintas y dudamos que esté diciendo la verdad”, apuntó la madre, entre llantos.
Por su parte, el padre de Eduardo Luna, apuntó: “Pereyra cuenta que alcanzó a sacarse las botas y la ropa mientras nadaba, algo que me parece imposible. Pero en la Policía dicen que declaró que llegó con las botas puestas y en ropa interior. Es todo muy raro”, aseguró.
A la confusión se sumó otra versión que Pereyra dio ayer a una tía de los desaparecidos, Alicia Luna, que fue a Bajada Grande para hablar directamente con el testigo y quitarse las dudas: “Nos dijo que nadó como treinta minutos hacia la costa y que pasó una lancha y lo rescató. Es raro que una lancha pase por ahí de noche y lo vea. Pero lo más raro es que parece ser que llegó a su casa, se bañó, se cambió y recién después fue a avisar a la Policía. Le preguntamos por qué no fue a buscar a mis sobrinos al lugar del accidente en la misma lancha que lo auxilió, ya que eran sus amigos y él los vino a buscar el sábado a la tarde para seguir festejando el cumpleaños de Eduardo. Pero contestó cualquier cosa”, manifestó la tía.

Sospecha
Desde la Policía se informó oficialmente ayer que la causa está en manos de Prefectura y que su intervención se limitó a tomar la exposición al dueño de la lancha. Sin embargo, extraoficialmente trascendió, según El Diario, que habría llamado la atención la demora de Pereyra y su modo de anoticiar a la Comisaría: “fue casi una hora después de haber llegado a la costa y completamente seco” sembró la duda una fuente policial de alto rango.
La propia familia de los desaparecidos señala que algunos policías a los que consultaron les indicaron que dudan sobre el accidente náutico: “Nos dijeron que podría haberlos llevado al río para ajustar cuentas con alguno de ellos, o que podrían haber sido atacados por alguien en la isla por algún motivo que Pereyra no quiere decir”, reveló Juana Abrego, entre llantos.

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