Se agudiza el conflicto entre el gobierno chileno y los estudiantes

El gobierno y la dirigencia del sector educativo de Chile se acusaron ayer mutuamente, por el quiebre del diálogo del miércoles y se endilgaron los disturbios y la represión de la marcha, número 37, de los estudiantes en Santiago.
La pelea se trasladó también al Congreso, donde el oficialismo y la oposición parecen haber comenzado a salir del letargo en relación con el conflicto, que lleva cinco meses.
El clima tenso que primó el miércoles por la noche en la segunda reunión entre autoridades y dirigentes, y que anticipaba el quiebre del diálogo quedó más en evidencia ayer, durante la marcha convocada por los universitarios de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) por el centro de Santiago, lo que terminó con disturbios, represión, 26 detenidos y ocho heridos, según un balance preliminar de la Intendencia Metropolitana.
En las manifestaciones se vieron “delincuentes encapuchados sembrando temor en la población, nuevamente liderazgos irresponsables haciendo llamados por estar por sobre la ley”, evaluó la intendenta de Santiago, Cecilia Pérez.
Según la jefa del gobierno regional, los manifestantes no respetaron el recorrido autorizado el miércoles, y comenzaron los disturbios con Carabineros. Los violentos choques se extendieron por horas y tornaron irrespirable el centro de Santiago por los gases lacrimógenos lanzados por la policía especial, que también usó carros hidrantes y llegó a golpear y arrestar a periodistas.
“Esto es inaceptable, el gobierno no deja de burlarse de nuestro pueblo, la represión y la violencia de hoy no tienen precedentes”, expresó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, alcanzada por el chorro de un “guanaco”.
El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, señaló que el gobierno “está optando por un camino que es la represión, dividir al movimiento y desprestigiar a los dirigentes”.
Los ánimos venían crispados desde el miércoles por la noche, cuando los representantes de los secundarios se retiraron luego de tres horas de la mesa de diálogo con el ministro de Educación, Felipe Bulnes, actitud imitada luego por los líderes de la Confech.
El tema principal que abordaron las partes fue la gratuidad de la enseñanza, que el movimiento pretende que abarque al 100% del sistema. Mientras que el gobierno propone su limitación a los sectores más pobres y mayor flexibilidad en los créditos con los que los estudiantes financian su educación.

EN EL CONGRESO. La disputa se trasladó al Congreso nacional, donde parlamentarios de la oposición emplazaron al presidente Sebastián Piñera a asumir un rol protagónico para solucionar el conflicto.
El diputado del Partido Socialista, Carlos Montes, sostuvo que “toda la iniciativa en materia de recursos y en materia institucional la tiene solamente el Ejecutivo”, que es el que tiene que “asumir la responsabilidad de resolver esta demanda”.
En tanto, el demócrata cristiano, Patricio Vallespín, afirmó que “cuando el gobierno hace fracasar el diálogo con posiciones inflexibles, nosotros quedamos con muy pocos grados de maniobra”, aunque advirtió que la oposición frenará “la discusión de los malos proyectos para hacer una mirada integral”.
El presidente del Senado, Guido Girardi (Partido Por la Democracia), consideró que “el gobierno hace una supuesta defensa de los pobres” pero “lo que hay detrás de esto es impedir el debate de una reforma tributaria”.

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