La querella pedirá perpetua y la defensa la absolución para Rivas

El juicio contra Liliana Graciela Rivas ingresa en la etapa final y hoy se desarrollarán los alegatos en los que las partes fijarán su postura respecto de la responsabilidad que tuvo la mujer en el crimen de Enzo Benedetich. El ex basquetbolista de 44 años fue ultimado el 26 de septiembre de 2009, cuando se encontraba con su esposa, en el automóvil Honda Fit de ambos. El asesinato habría sido perpetrado por el policía Rubén Armando Flores, quien fue hallado muerto un mes después; mientras que Rivas está acusada como coautora del delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo.
La mujer enfrenta la posibilidad de ser condenada a prisión perpetua, ya que esa es la única pena posible para la acusación que enfrenta.
La jornada de este martes se iniciará con la introducción de la prueba documental que el tribunal admitió a las partes y luego Rivas tiene la posibilidad de declarar.
Después de escuchar a 57 testigos, durante seis jornadas de debate, los integrantes de la Sala II de la Cámara del Crimen de Paraná, Marcela Badano, Raúl Herzovich y Marcela Davite de Acuña, escucharán la valoración que hicieron las partes de cada uno de los testimonios. El fiscal Leandro Ríos tiene la obligación de probar la responsabilidad de Rivas en el crimen para formular una acusación que podría llevar a la mujer a la cárcel de por vida; mientras que los querellantes particulares, Marcos Rodríguez Allende y Walter Rolandelli, unirán todos los indicios que se ventilaron en el juicio como indicativos de la responsabilidad de Rivas en el crimen; y los abogados de la mujer, Rubén Pagliotto y Guillermo Vartorelli, ratificarán su inocencia y pedirán la absolución por considerar que fue víctima de un intento de asalto en el que asesinaron a su esposo.
Durante el juicio no hubo ningún testigo directo que diera cuenta de cómo ocurrió el crimen. Liliana Rivas dio dos versiones ante los investigadores policiales. Primero dijo que se trató de un intento de asalto, que el agresor abordó a su marido cuando ella se encontraba en un cajero automático en la sucursal Corrales del banco Bersa; una vez en el auto, la obligó a conducir por la zona del Parque Industrial, luego por el Acceso Norte y el camino costero, donde ella recibió un golpe en la cabeza que la habría dejado inconsciente y Benedetich cuatro disparos por la espalda.
Sin embargo, luego cambió su relato y dijo que el propio Enzo reconoció a un amigo en la zona del Parque Industrial y le indicó que detuviera el auto para hacerlo subir, pero que luego sobrevino una discusión que tuvo como resultado el crimen de Benedetich. Esta declaración fue anulada durante la etapa de instrucción, aunque en el juicio fue introducida a partir de un diálogo que habría tenido Rivas con una cuñada de la víctima.
En tanto, los familiares de Benedetich dieron cuenta de una situación de pareja conflictiva. Diana, una de las hermanas de la víctima, calificó a la relación como “tormentosa” y “agresiva”; Sergio, otro de los hermanos, acotó que la relación “nunca fue buena” por los “celos” y “persecuciones” de la mujer; y Federico, el hijo mayor de Benedetich, aseveró que Rivas “le hacía escenas de celos permanentemente” a Enzo, aunque también admitió que luego del casamiento compartieron varios viajes juntos.
También los compañeros de trabajo de Benedetich dieron cuenta de una relación conflictiva y uno de ellos, que fue testigo del casamiento, dijo ante el tribunal que el ex basquetbolista le manifestó su temor de que su esposa lo matara.
Otro aspecto que será analizado por las partes en los alegatos es el perfil que las psicólogas y psiquiatras construyeron de Rivas. El informe de la psicóloga forense Liliana Bufaliza y de la psiquiatra Claudia Bruno consignó que la mujer tiene “una personalidad con características histéricas, histriónicas y psicópatas”, que tiene también una “pseudología fantástica” y que centró su vida en la relación de pareja. Sin embargo, Bruno aseveró ante el tribunal que “todas esas características no son indicativas de que pudiera cometer el crimen que se le imputa”.
En tanto, la psiquiatra y psicoanalista Ana Gabi, que ofició como perito de parte, dijo que “la histeria es un modo de ser y de relacionarse con la otra parte, pero no necesariamente constituye una patología” y consideró que Rivas idealizaba e idolatraba a Benedetich, a pesar de las dificultades y desencuentros que tuvieron como pareja.