En diciembre reactivarán la fábrica paranaense de colchones quemada

“Estamos haciendo las evaluaciones en cuanto al costo de la reactivación que está planteada con máquinas nuevas pero prestadas e insumos arreglados con los proveedores”, dijo el titular de la firma Suavepar.
El titular de la fábrica de colchones Suavepar, Norberto de Bueno, continúa con las gestiones para reactivar la empresa que sufrió pérdidas totales a raíz del incendio registrado en la misma el pasado 11 de noviembre.
“Estamos haciendo todas las gestiones del caso. La preocupación más grande en este momento es conseguir un galpón, lo que se nos está haciendo un poco difícil. La idea es que en los primeros días del mes próximo se abra nuevamente la fábrica de la mejor manera posible, no sólo por la empresa, sino para mantener la fuente de trabajo”, señaló el empresario.
A paso seguido subrayó que “a nosotros nos da lo mismo estar en cualquier parte del país, aunque permanecer instalados en Paraná nos genera ciertos contratiempos, porque toda materia prima viene de afuera. En Entre Ríos vendemos el 10% de la producción, por lo que estamos en Paraná porque somos de acá; queremos que la ciudad y que la provincia crezcan. Estar acá implica no tener las ayudas necesarias y todo se hace cuesta arriba, pero somos gente de trabajo y queremos seguir adelante con esto”, subrayó.
Precisó que “la planta se montó en el parque industrial en 1998 y son 22 familias” las que dependen de la misma.
“Estamos haciendo las evaluaciones en cuanto al costo de la reactivación que está planteada con máquinas nuevas pero prestadas e insumos arreglados con los proveedores. Hasta ahora viene todo bien sin poner dinero”, dijo De Bueno, quien añadió: “Estamos esperando cobrar parte del seguro para poder armarnos un poco mejor, pero esto lleva su tiempo y nuestros tiempos no son los mismos que los de las empresas de seguros ni la administración pública”.
Finalmente, aclaró que “nosotros contábamos con todas las habilitaciones y medidas de seguridad. Así fue que el fuego se consumió en sí mismo más allá del enorme trabajo de los bomberos. No perjudicó absolutamente a nadie y los productos químicos no causaron ningún daño. No hubo un solo herido ni descompuesto, lo que demuestra que la fábrica contaba con todas las condiciones para funcionar”.