Caso Solange: grave acusación en el juicio oral

Un médico policial dijo que el fiscal no lo dejó investigar como sospechoso a un albañil.
Fue la jornada más polémica del juicio oral contra Lucila Frend, acusada de asesinar a su amiga Solange Grabenheimer, con quien compartía un departamento en la zona de Florida.
Ayer, en la sexta audiencia del debate que se realiza en los tribunales de San Isidro, un médico de la División Homicidios de la policía bonaerense denunció que el fiscal de la causa, Alejandro Guevara, no lo dejó investigar como sospechoso a un albañil de la obra lindera que quería mantener una relación amorosa con la víctima.
Esta declaración benefició a la acusada Frend, debido a que el médico sostuvo que Solange fue asesinada entre las 10 y las 13 del 10 de enero de 2007, cuando la imputada no estaba en la casa.
Además, en un momento de su exposición, el médico legista Julio César Julián giró la cabeza y se dirigió al fiscal Guevara.
«Hace 21 años que investigo homicidios. Revisé los seis cuerpos que tenía la causa, hice una valoración del hecho y expuse una hipótesis que no la volqué porque el fiscal pidió que no la incorporase», afirmó. «Usted me dijo que no escriba nada de eso, doctor», agregó el testigo.
En ese momento, los jueces Oscar Zapata, Lino Mirabelli y Hernán San Martín pasaron a un cuarto intermedio para evaluar si era pertinente o no escuchar esa hipótesis alternativa que, según Julián, el fiscal le prohibió volcar en el expediente. Luego de deliberar duante 15 minutos, los magistrados decidieron que el médico siguiera declarando.
Con una exposición de fotografías de la escena del crimen y de la autopsia -que como en todas las jornadas que se exhibieron Lucila evitó mirar-, Julián fue contundente al calcular la data de la muerte «entre 12 y 15 horas» antes de la llegada del médico a la escena del crimen, es decir que el asesinato fue «entre las 10.10 y las 13.10» de aquel 10 de enero de 2007.
La estimación de Julián beneficia a la acusada, que se retiró de su casa a las 7.30 y que, a la hora señalada por Julián, ya estaba en su trabajo, en San Fernando.
Julián afirmó que tenía como sospechoso a un albañil que era el encargado de la obra lindera al departamento de Güemes al 2200 y que, por lo que figura en testimonios de la causa, tenía la intención de concretar una cita con la víctima.
La defensa y los jueces decidieron hacer constar en un acta el incidente y la exposición de Julián debido a que, al emitir veredicto, podrían mandar a investigar la denuncia contra el fiscal.
Además, el médico legista afirmó que a Solange la atacó alguien con más fuerza y peso que ella, y que no puede determinarse si es zurdo o diestro. «Se necesitó una persona fuerte, capaz de levantar un balde de veinte litros de pintura», dijo el médico.