Murió un motociclista tras correr picadas en un acceso a Concordia

Un motociclista de 28 años ingresó al Hospital Masvernat con graves lesiones el domingo luego de sufrir un accidente por correr picadas en el nuevo acceso norte a Concordia. El joven fue trasladado a Paraná pero perdió la vida.
Mario Daniel Alegre, el joven de 28 años accidentado el pasado domingo en avenida Monseñor Rösch, en el nuevo acceso norte de Concordia, falleció en la ciudad de Paraná, hacia donde había sido trasladado en un intento por salvarle la vida.
Alegre, padre de tres chicos, había ingresado en gravísimo estado al hospital Delicia Concepción Masvernat, luego de que perdiera el control de su Honda 125 Cm3, cuando realizaba una osada maniobra conocida como “el avioncito”. Dicha acción que consiste acostarse en el asiento de la moto, con una mano acelerar y con la otra hacer cambios de velocidades en lugar de utilizar los pies; pero, el equilibrio y el destino le jugó una mala pasada, porque perdió el control de su rodado e impactó con su cabeza en la cinta asfáltica.
Según informó diario El Sol, el motociclista no usaba el casco y los daños en la región cerebral fueron gravísimos, siendo derivado, ni bien entró al hospital, a la sala de terapia intensiva del hospital local, pero ante la gravedad del caso lo trasladaron al nosocomio de la ciudad de Paraná, donde finalmente falleció.
La muerte de Alegre pone de manifiesto la peligrosidad de las picadas en que se empeñan decenas de jóvenes, generalmente en las madrugadas de los fines de semana, en lo que consideran sus pistas y que son: el nuevo acceso sur (la amplia avenida Presidente Perón), avenida Presidente Illia (entre la estación de servicio ubicada en su intersección con Diamante y los lomos de burro, al oeste) y el nuevo acceso norte, donde se desarrolló la tragedia.
La peligrosidad y estupidez de estas prácticas (la última moda es filmarse con los celulares y subirlas a internet) es tan grande que además de poner en riesgo la vida de quienes la realizan, ponen en peligro a quienes circulan tranquilamente por la vía pública y tienen la mala suerte de cruzarse en su camino.