Madre de familia pide justicia: fueron brutalmente asaltados y los atacantes están libres

Fueron asaltados brutalmente y el jefe de familia baleado por la espalda. Los delincuentes que los atacaron quedaron en libertad pagando 2.000 pesos de fianza y viven a un par de cuadras de las víctimas. La mujer de la casa fue a Tribunales a pedir Justicia, garantías y celeridad en la causa.
Judith Urrutia de Pacheco vive en calle Victoria al 400 de Paraná, junto a su esposo y a sus hijos, quienes fueron víctimas de un brutal asalto ocurrido hace siete meses. Los tres delincuentes que habrían perpetrado el hecho quedaron imputados y reconocidos, pero inmediatamente recuperaron la libertad pagando sumas insignificantes, en relación con la gravedad de lo que hicieron y esto condujo a la mujer a golpear las puertas del juzgado de Instrucción, a cargo del juez Héctor Villarrodona, para transmitir su impotencia y sensación de inseguridad.
“El hecho que comprometió a toda mi familia ocurrió el 15 de abril de este año a las 6.45 de la mañana, cuando salíamos con mi esposo y mi hija al trabajo. La verdad es que vine a los Tribunales buscando Justicia y que alguna vez recuperemos la posibilidad de vivir como vivíamos antes, sin estar pendientes de si está o no está el custodia que nos asignaron luego del asalto, o el temor de abrir la puerta cada vez que vamos a salir, así sea de día, porque no sabemos que nos puede estar esperando del otro lado”, expresó Judith Pacheco.
“Desde el día del asalto, cada vez que salimos, sentimos la amarga sensación de que alguien puede estar detrás nuestro, esperándonos para asaltarnos o pegarnos un tiro, tal como lo tuvo que padecer mi esposo, que le pegaron un tiro por la espalda y a nosotros nos golpearon tremendamente”, agregó.
CONSUELO. “Gracias a Dios, hoy estoy aquí, en los pasillos de Tribunales y buscando Justicia, con todos los integrantes de mi familia vivos, cosa que otras familias lamentablemente no lograron después de algún hecho que los tuvo como víctimas”, dijo la mujer, agradeciendo, aunque de manera irónica. que al menos los dejaran con vida.
“Secuelas quedaron, porque ya no somos la familia de antes. Si ese balazo que le pegaron a mi marido le hubiera costado la vida, seguramente hoy podría estar yo presa, porque no estoy segura de cómo habría reaccionado si ese hubiera sido el desenlace. En síntesis, estoy buscando la seguridad que cualquiera desea tener y que me den la posibilidad de volver a confiar en la Justicia”, manifestó la entrevistada.
PARANOICOS. “Por supuesto que padecemos una constante paranoia. Yo, personalmente, no he vuelto a ser la misma persona de antes. Hemos tenido amenazas, en mi caso a través de llamados telefónicos, y el temor nuestro es que los tres que participaron del asalto y que pudieron ser capturados por la Policía, a quienes después reconocimos en rueda de personas y que fueron imputados por la Justicia, pudieron salir en libertad pagando una fianza de 2.000 pesos cada uno y sabemos que están viviendo a solo un par de cuadras de nuestra casa, en el barrio Maccarone”, dijo indignada Judith Pacheco.
“Tenemos que soportar que pasen por el frente de nuestro domicilio y lo peor de todo, lo que más nos genera impotencia es lo poco que valemos, porque tengo que pensar que el riesgo de vida que tuvo mi esposo con ese balazo, los golpes que sufrimos, solo llegaron a valer 6.000 pesos para la Justicia”.
“Yo no quiero que este caso quede impune, que de una vez por todas se llegue al juicio. Nosotros no molestamos a nadie, pero estas tres personas, desde el día del asalto nos cambiaron la vida”.
EL HECHO
La entrevistada relató cómo sucedieron las cosas el día del asalto: “Estábamos preparándonos para ir a trabajar y aproximadamente 6.45 mi esposo saca el auto a la calle y como yo me estaba demorando, vuelve a entrar y atrás lo siguen estas personas y ahí se encuentran con mis hijos y conmigo. Se cansaron de pegarnos en la cabeza y a mi marido lo tenía amenazado una de las mujeres que empuñaba un arma y le terminaron pegando un tiro por la espalda. Le pegaron también a mi hijo de 13 años”.
Finalmente reflexionó: “Parece que hoy nos pasa algo grave y a los pocos meses ya nos vamos olvidando, la misma rutina nos empuja y de nuestro caso, si no lo vengo a recordar, es como que quedó atrás, pero para nuestra familia el recuerdo es permanente. Veíamos estos casos en las noticias y hoy somos nosotros quienes venimos a golpear las puertas a Tribunales”, finalizó diciendo la indignada mujer.