Llegan los colaboradores del padre Ignacio para organizar su visita

Estarán hoy en la ciudad ultimando detalles para la llegada del padre Ignacio Peries del próximo martes, día en que realizará una misa en la Catedral a las 16. se espera la convocatoria de miles de fieles.
Concluida la misa, ocurrirá lo que ocurre toda vez que el padre Ignacio oficia una misa en su parroquia, Natividad del Señor, en Rosario: bendice a la gente, trámite que dura tanto o más que la propia misa.
Siete años atrás estuvo en Hernandarias, cuando un sacerdote de su orden, Henry Wilson, asumió como párroco en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, y celebró misa.
Aunque sus visitas a la ciudad son constantes, más cuando estuvo al frente de la Iglesia paranaense Mario Luis Bautista Maulión, quien se convirtió en obispo benévolo de su orden, la Cruzada del Espíritu Santo. En realidad, Ignacio es sacerdote diocesano incardinado en Paraná, al igual que todos los sacerdotes de su orden religiosa. Sólo que están a préstamo en distintos puntos del planeta.
La última vez que el padre Ignacio estuvo en Paraná fue el último lunes, cuando recorrió la Curia, la Iglesia Catedral, y se reunió con el arzobispo Juan Alberto Puiggari.
No obstante, es poca la información que se conoce sobre su visita.
Las consultas periodísticas encuentran la misma respuesta, elemental: que el padre Ignacio viene el martes, que la misa será a las 16, y nada más. En realidad, los detalles organizativos quedarán en manos de servidores del equipo del padre Ignacio de la Parroquia Natividad del Señor, que hoy llegarán a Paraná, para entrevistarse con funcionarios de la Municipalidad y de la Policía.
Ayer, el párroco de la Iglesia Catedral, Silvio Fariña Vaccarezza, dijo que la celebración de la misa no se extenderá más del tiempo acostumbrado, “porque después se dedicará a los enfermos que asistan”.
Hasta ahora, desde la faz organizativa, se prevé que el padre Ignacio celebre misa adentro del templo, aunque por la envergadura del acontecimiento, se ha previsto el corte de la circulación del tránsito en las calles adyacentes a la Plaza 1º de Mayo, y la instalación de baños químicos.
Aunque las previsiones anticipan que la concurrencia será multitudinaria.
El martes el padre Ignacio estuvo en San Miguel, provincia de Buenos Aires, y en la misa que celebró reunió a 15 mil personas.
Las crónicas de ese día reflejaron un hecho peculiar: al anochecer del martes, quedaron 8 mil personas sin ser recibidas, pero el padre Ignacio dijo que no se retiraría de San Miguel hasta no tocar las palmas de todas las personas que lo fueron a ver.
Aunque el “viernes santo” de este año, en el Vía Crucis que se realizó en Rosario, participaron 300 mil personas.
Ignacio es nativo de Sri Lanka, ex Ceylan, un país del sur de Asia, de 65 mil kilómetros cuadrados y con 20 millones de habitantes.
Se ordenó sacerdote católico el 29 de julio de 1979 de la mano de un obispo irlandés, Thomas Walsh, en Gales, aunque se formó como cura en Londres. Allí también fue adoptado por un matrimonio polaco, que lo acompañó durante esos años de preparación.
Su primer destino fuera de Inglaterra fue Tancacha, Córdoba, en 1979, aunque ese mismo año fue trasladado a Rosario, de donde nunca más se movió.