Le dijeron que tenían secuestrada a su hija y entregó $ 20.000

Una mujer de 66 años cayó en el truco de la hija en problemas que la llama en la noche pidiéndole dinero urgente. La mujer dejó en la calle una bolsa con 20.000 pesos. Otra mujer casi cae en la trampa. La ex empleada estaría implicada.

En la noche del domingo se registraron en Gualeguaychú dos llamadas telefónicas conocidas en el ambiente policial como «secuestros virtuales», con pocos minutos de diferencia entre una y otra, que originaron la apertura de dos investigaciones penales. En una porque la víctima entregó dinero y en la otra, porque a pesar de que la mujer no llegó a caer en el ardid, se sospecha que la ex empleada pudo haber sido quien se hizo pasar por la hija.

El domingo, poco después de las 22, una mujer de 89 años recibió un llamado de un celular de una mujer que le decía llorando: «mami nos robaron a Mario y a mí». «Cuánta plata tenés», continuó interrogando la mujer con voz solloza, a lo que la anciana dijo: «no sé, creo que tengo 80 mil pesos, pero estoy muy nerviosa».

Afortunadamente, antes de entregar el dinero porque tenía cierta sospecha, fue hasta el domicilio lindero, donde habita su hija con la familia y la encontró allí. El teléfono celular de donde había salido la llamada pertenecería a su ex empleada doméstica, que no concurría a trabajar desde hacía casi dos meses.

Una hora después se produjo otro caso muy similar, que a posteriori se comprobó que no tenía relación uno con otro, aunque en este episodio la víctima cayó en la estafa. Una mujer de 66 años recibió una llamada a su teléfono fijo donde su supuesta hija llorando le decía: «Mamá me secuestraron, me lastimaron y me quieren violar».

Tras esto, una voz masculina comenzó a insultarla y la amenazaba para que no cortara la comunicación. Le preguntaron cuánta plata tenía y cuando la víctima le dijo que podía reunir unos 20 mil pesos, le dijeron que pusiera el dinero en una bolsa y lo dejara en la esquina de Perón y Andrade.

Obviamente que se trataba de un ardid telefónico y su hija nunca estuvo en poder de secuestradores ni de violadores, pero cuando la mujer pudo confirmar esto los delincuentes ya habían levantado el dinero de la calle.

En el primero de los dos casos no hubo delito, más allá de que se haya presentado como una tentativa de estafa, pero no hubo extorsión, aunque en el segundo sí se investiga una estafa. Como ocurrieron con muy pocos minutos de diferencia se comenzó a investigarlos de forma simultánea.

La fiscal Natalia Bartolo le solicitó el lunes al juez de garantías Mario Figueroa una orden de allanamiento para el domicilio de la ex empleada de la mujer que casi cae en el ardid, pero le fue negado el procedimiento porque la denuncia no estaba del todo clara, y por ello se delegó la investigación en la Policía.

Se solicitaron pericias a Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos sobre el teléfono celular secuestrado, para determinar si del mismo celular se realizaron las dos llamadas. El resultado fue negativo, por lo cual se confirmó que no existe relación entre uno y otro hecho.

Por otra parte, de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Escuela Normal y del supermercado Supervisión se obtuvo un gran avance. En ellas se ve claramente a un hombre descender de una Renault Traffic y buscar el dinero pocos segundos después que la víctima lo dejó en la esquina de Andrade y Perón. Lo único negativo es que no se alcanza a determinar la chapa patente ni el rostro del sujeto.

Por este motivo, se le solicitó a Seguridad Vial de Entre Ríos y a Control Urbano municipal las filmaciones de las cámaras de seguridad de los accesos a la ciudad para ubicar a la Traffic, de la cual se cree firmemente que no sería de Gualeguaychú. Además, se hicieron varias tareas investigativas en el domicilio de la sospechosa, en el barrio Munilla, pero no se obtuvo ninguna información.

Habría otro caso que sucedió el 27 de febrero, en donde llamaron a una mujer que vive sola en calle Pasteur al 100 donde la que hablaba decía ser su prima y que sin muchos rodeos le preguntó cuánta plata tenía en ese momento, pero la mujer no cayó en el cuento. Entre el sábado y el domingo se habrían producido al menos ocho llamados extorsivos, pero en solo tres se radicó denuncia.

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