Importantes manifestaciones en Brasil tras designación de Lula en el gobierno

En grabaciones filtradas por el juez Moro, la mandataria brasileña le dice a su antecesor que le envía el acta de asunción del Ministerio de la Presidencia para que la use «cuando la necesite». Más manifestaciones opositoras.

 La crisis política que atraviesa el gobierno de Brasil se agravó anoche tras la difusión de una conversación en la que la mandataria Dilma Rousseff parece sugerir a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que lo designa ministro de la Presidencia para evitar que vaya preso por el escándalo de desvío multimillonario de fondos de la petrolera Petrobras.

«Estoy mandándote a Bessias (Jorge Messias, procurador de Hacienda nacional) junto con el papel, para que puedas tenerlo y usarlo en caso de necesidad, que es el término de la posesión», afirma Rousseff en su conversación con Lula.

La conversación dejaría traslucir que ambos están preocupados por la posibilidad de que algún juez ordene la detención preventiva de Lula antes de que el exmandatario sea investido como ministro, cuando obtendrá fuero privilegiado y sólo podrá ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal (STF).

«Nosotros tenemos una Suprema Corte totalmente acobardada, un Supremo Tribunal de Justicia totalmente acobardado, un presidente de la Cámara de Diputados jodido, un presidente del Senado jodido y no sé cuántos parlamentarios amenazados», le dice Lula a Rousseff en otro de los audios divulgados por un tribunal del estado de Curitiba.

En referencia al tribunal que ayer decidió retirar el secreto judicial sobre la investigación, Lula dice: «Yo estoy asustado con la ‘República de Curitiba’, porque a partir de un juez de primera instancia todo puede pasar».

Los diálogos fueron grabados ayer mismo por la Policía Federal con autorización del juez Moro, que investiga la posible participación del exmandatario en el escándalo de corrupción de Petrobras.

Movilizaciones

Tras conocerse los audios se generaron manifestaciones contra el gobierno y frente a la casa de Lula en Sao Bernardo do Campo, y hubo algunos choques entre manifestantes y policías.

Los diputados de la oposición interrumpieron una sesión del pleno de la Cámara Baja al grito de «renuncia ya».

A su vez, unas 2.500 personas, acompañadas por una treintena de legisladores, protestaron frente al Palacio del Planalto, sede del gobierno, en Brasilia, contra la designación de Lula como ministro.

En San Pablo y Río de Janeiro también se produjeron concentraciones, convocadas por algunas de las mismas entidades que organizaron las masivas protestas del domingo. A última hora de la tarde, la gente se reunía en la céntrica avenida Paulista, corazón financiero de Brasil y bastión opositor.

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