Tristeza por Rodrigo

El cuerpo sin vida del joven paranaense, Rodrigo Segovia, fue hallado este miércoles en Perú, ocho días después de haberse reportado su desaparición en las aguas del río Araza, en Quincemil.
Rodrigo Segovia, que estaba desaparecido desde el pasado martes 10 de enero tras haber sido arrastrado por la corriente del río Araza en Perú, fue encontrado muerto este miércoles.
Los restos del paranaense de 22 años fueron reconocidos por su padre, que había viajado a Perú, junto a su mujer, Elsa, para seguir de cerca el operativo de búsqueda de su hijo, informaron desde el Ministerio de Gobierno de Entre Ríos.
El mochilero desapareció en la localidad peruana de Quincemil y su cuerpo fue encontrado en un pueblo cercano a Mazuco, en el departamento de Madre de Dios.
El cuerpo llegó hasta San Andrés, un afluente del río Inambari, que se une con el Araza a 50 kilómetros del lugar donde Rodrigo se había tirado al agua intentando ayudar a dos turistas francesas, que se encontraban con él y con otros mochileros en Quincemil.
Los tatuajes que tenía en una pierna despejaron eventuales dudas acerca de su identidad. Estaba previsto que la autopsia a los restos de Rodrigo se realizara en Cuzco.
La última vez que se lo vio con vida, Rodrigo intentaba evitar que la corriente del río Araza lo arrastrara después de arrojarse al agua para ayudar a sus compañeras de origen francés.
Edgardo Segovia, tío de Rodrigo, dijo que el Gobierno entrerriano se hará cargo de costear el traslado de los restos de regreso al país.
«La tortura terminó», dijo Edgardo, que contó que su sobrino sabía desempeñarse en el agua e incluso señaló que tiempo atrás en Chile había rescatado a un chico.
«Ahora lo que me dijo mi hermano (Oscar) que Rodrigo se arroja al río para rescatar a dos turistas francesas que se estaban ahogando», agregó Edgardo Segovia.