Gisela Dulko y Fernando Gago ya son marido y mujer

Aunque cultivaban el perfil bajo, la pareja de famosos deportistas no pudo evitar que toda la prensa se convoque a las puertas del registro civil. Entre miles de flashes, salieron felices a mostrar su libreta de recién casados.Gisela Dulko y Fernando Gago dieron el «si, quiero» ante el juez de paz este miércoles a mediodía, en un registro civil de la Capital Federal. Tras unas semanas agitadas para el jugador de la Selección nacional, que debió concentrar para participar de la Copa América, y luego de que el equipo albiceleste quedara eliminado del torneo que convoca a las mejores selecciones del continente, Gago pudo tomarse unas vacaciones y dedicarse a preparar la boda que lo uniría con la tenista número uno de la Argentina, Gisela Dulko.
Aunque cultivaban el perfil bajo, la pareja de famosos deportistas no pudo evitar que toda la prensa se convoque a las puertas del registro civil. Entre miles de flashes, salieron felices a mostrar su libreta de recién casados.
Gisela lució un vestido corto color natural de encaje, sin mangas y cerrado hasta el cuello y enagua de tela arrasada. Un lindo ramo de rosas color natural con unos detalles en rojo completaron el atuendo. Gago, con el pelo bien cortito y muy prolijo, se decantó por un traje con corbata ultra fina gris plata, canchero y juvenil.
La historia de amor
Parecía difícil que los caminos de estos dos grandes representantes del deporte argentino se crucen. Aunque ambos frecuentan canchas y torneos, el tenis y el fútbol corren por carriles completamente diferentes. Gago había tenido una larga relación, y parecía que sería definitiva. Gisela había tenido rimbombantes romances con dos colegas tenistas: primero Tommy Robredo, después el chileno Fernando González.
Cuando todos hablaban de un supuesto affaire del futbolista con la ex Gran Hermano Silvina Luna, la realidad pasó desapercibida. Fernando había conocido a Gisela en el Masters 1000 del 2009 y quedó flechado. Consiguió el teléfono a través de algunos amigos tenistas y la invitó a salir. Dos años después de esa «primera vista» en el polvo de ladrillo madrileño, su historia de amor llega al punto álgido: dan el si, y se convierten en marido y mujer. (Hola)