Falleció el niño de tres años víctima de presunta mala praxis
En horas de la tarde, se confirmó la trágica noticia de la muerte de Facundo. El abogado de la familia había anticipado la “muerte encefálica” por la mañana.
En horas de la tarde de este miércoles falleció Facundo, el niño de tres años que habría sido víctima de mala praxis durante una cirugía de amígdalas y adenoides realizada por el reconocido otorrinolaringólogo, Doctor Guillermo Riolo.
El niño estaba internado en el Sanatorio del Niño de Paraná, y el abogado de la familia, Miguel Ángel Cullen, había confirmado la “muerte encefálica” esta mañana.
El pequeño había sido trasladado de urgencia desde la Clínica del Sol en Bovril, donde se le realizó la cirugía.
En los últimos días proliferaron mensajes y denuncias en las redes sociales por otros hechos de supuesta mala praxis por parte de Riolo. Hasta el momento, sólo un caso más tomó estado judicial.
La Justicia tomó medidas contra Guillermo Riolo
La Fiscalía dispuso medidas para esclarecer el hecho. Ordenó el secuestro de la historia clínica y recibe el legajo prevencional que lleva adelante la mencionada dependencia policial. En principio, se busca acreditar todas las intervenciones del médico denunciado, los estudios previos realizados al niño, la intervención quirúrgica y todas las circunstancias que rodearon el hecho.
Familiares del niño esperan que se actúe con celeridad, hasta las últimas consecuencias, para que se haga justicia. Reclaman que se le impida el ejercicio profesional.
El caso
Los padres del niño son de Paraná y llegaron a Riolo ante las complicaciones respiratorias de su hijo. Según relató una familiar, el médico le dijo que Iosper (la obra social de la madre) no estaba autorizando este tipo de cirugías y que la obra social privada del padre sí, pero que no conseguía camas en Paraná hasta el año que viene. Pero sí en una institución privada de la localidad de Bovril: Clínica Del Sol.
Les cobró 200 dólares y además le pagaron al anestesista. La cirugía de amígdalas y adenoides fue realizada el jueves. Estaban citados para las 13, llegaron con el ayuno correspondiente de 12 horas, pero Riolo se demoró y además había otros pacientes con turnos previos. A las 17 se realizó la operación.
Lo que ocurrió dentro del quirófano es materia de investigación, pero lo controvertido hasta ahora es que el médico perforó una vena o una arteria que le provocó un sangrado imparable. Riolo, luego de salir a un kiosco y regresar, les dijo a los padres que solo estaban “esperando que despierte” su hijo. Pero el personal que actuó en la operación no esperó y llamó a una ambulancia particular.
El médico y la madre se subieron junto al niño, y lo trasladaron al Sanatorio del Niño de Paraná, a donde llegaron en una hora a toda velocidad, pasadas las 19. Se desconoce por qué Riolo no decidió llevarlo al Hospital San Roque.
Los médicos del sanatorio de Paraná lograron detener la hemorragia y el niño quedó en internado en grave estado en Terapia Intensiva. Hasta el domingo, su situación no había mejorado, con un pronóstico desalentador.
En el Sanatorio los familiares del niño observaron una gran reticencia respecto de Riolo y fueron informados de “desprolijidades” por las cuales no trabajarían con él.
La familia decidió denunciar la situación. Llamó al 911 desde el sanatorio, a donde acudió el personal de la comisaría primera. Allí relataron lo que sucedió y se dio intervención a la Fiscalía, a cargo de Juan Francisco Ramírez Montrull.
El fiscal ordenó el secuestro de la historia clínica y recibió el legajo prevencional que llevó adelante la mencionada dependencia policial. En principio, se buscó acreditar todas las intervenciones del médico denunciado, los estudios previos realizados al niño, la intervención quirúrgica y todas las circunstancias que rodearon el hecho.
Luego de que la situación del niño se conociera públicamente, la familia recibió mensajes y llamados de personas que atravesaron situaciones similares con Riolo. Inclusive la madre del niño que fue operado antes que la víctima de este caso llamó a la mamá para contarle que su hijo también había sufrido complicaciones en la cirugía, aunque no pasó a mayores.
“Las redes nos explotan de gente que se comunica y aporta pruebas y antecedentes”, conta la familiar, por lo que se entiende que esto recién empieza y podrían llover nuevas denuncias contra el otorrinolaringólogo acusado.