Falleció Dikembe Mutombo, uno de los mejores defensores de la historia en la NBA
Dikembe Mutombo, gloria y embajador del Salón de la Fama de la NBA, murió este lunes a los 58 años tras una grave enfermedad. El pivot africano fue considerado uno de los mejores defensores de toda la historia del deporte.
Dikembe Mutombo, legendario exjugador de la NBA, falleció este lunes a los 58 años tras una lucha contra un cáncer de cerebro. La noticia fue confirmada por Adam Silver, comisionado de la liga.
Mutombo, quien jugó durante 18 temporadas, se destacó en una época dominada por Michael Jordan. Luego de brillar en el baloncesto universitario en Georgetown, donde aspiraba a estudiar Medicina, se hizo notar con su impresionante físico en los Denver Nuggets. Posteriormente, también formó parte de los Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets. A lo largo de su carrera, fue elegido ocho veces como All-Star.
Como pivote de 2,18 metros, nacido en la República Democrática del Congo, Mutombo fue reconocido por su formidable capacidad defensiva. Ganó el premio al mejor defensor del año en cuatro ocasiones y es recordado como uno de los mejores taponadores en la historia del baloncesto. En 2015, los Hawks retiraron su número 55 y, dos días después, fue inducido al Salón de la Fama del Baloncesto.
El legado de Mutombo
«Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, era uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás», expresó Silver en un mensaje en redes sociales.
Además, destacó: «No había nadie más calificado que Dikembe para ser el primer Embajador Global de la NBA. Era un humanitario por naturaleza. Amaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su natal República Democrática del Congo y en todo el continente africano. Tuve el privilegio de viajar por el mundo con Dikembe y ver de primera mano cómo su generosidad y compasión elevaban a la gente. Siempre estuvo disponible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su sonrisa contagiosa, su voz profunda y resonante y su característico movimiento de dedos que lo hicieron querer por los fanáticos del baloncesto de todas las generaciones».
Silver concluyó: «El espíritu indomable de Dikembe sigue presente en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida. Soy una de las muchas personas cuyas vidas fueron tocadas por el gran corazón de Dikembe y lo extrañaré mucho. En nombre de toda la familia de la NBA, envío mis más profundas condolencias a la esposa de Dikembe, Rose, y a sus hijos; a sus muchos amigos y a la comunidad mundial del baloncesto a la que realmente amaba y que lo amaba a él».