En el Festival de Cosquín homenajearon a un entrerriano
El nombre del entrerriano Florencio López fue restituido a la Salade Prensa del Festival Nacional de Folclore de Cosquín.
Este sábado se restituyó el nombre del entrerriano Florencio López ala Salade Prensa del Festival Nacional de Folklore de Cosquín. La actividad contó con la presencia de numerosos periodistas, miembros de la comisión organizadora del Festival, funcionarios de la municipalidad de Cosquín y numerosos artistas que llegaron al escenario mayor del folklore de la mano Florencio López.
Néstor Cuesta manifestó que “se ha hecho justicia” con la reinauguración de la sala de prensa con el nombre de Florencio López. Además, contó que “era la persona que le entibiaba las manos a los periodistas y era consultado por cada uno de ellos” y agregó que “es un orgullo enorme y una felicidad que esta sala tenga el nombre de ese hombre tan servicial” subrayó el cantante entrerriano.
“Como tantos otros creadores y trabajadores de la cultura popular de nuestra patria, Florencio López fue también ignorado por los grandes medios y por los grandes centros de la cultura que siempre miraron para afuera queriéndonos hacer creer que lo de acá era inferior. Afortunadamente hoy estamos revirtiendo esto que tiene que ver con nuestra autoestima como país y como comunidad nacional, y por eso nunca más ajustado que venir a hacerle este homenaje a Don Florencio y en él a todos aquellos que han trabajado y trabajan por mantener viva nuestra cultura y nuestra identidad”, expresó el ministro de Cultura entrerriano, Pedro Báez.
“Con este acto saldamos una deuda con nuestra historia y aportamos un granito de arena a consolidar nuestro futuro porque estamos convencidos de que en la medida que sepamos de donde venimos sabremos a donde ir. Volver a colocar esta placa en donde corresponde servirá para materializar el espíritu de Don Florencio que quedó en esta plaza que tanto quiso”, dijo el funcionario entrerriano, acompañado por Néstor Cuesta, revelación de Cosquín en 1972 y Hugo Coto miembro de la comisión organizadora del festival.
“No tuve la suerte de conocerlo, don Florencio se fue a principios de los ´90 cuandola Argentinacomenzaba a transitar esa década cuyas políticas profundizarían lo que había iniciado la dictadura militar; destrucción de sus economías regionales, de su capacidad de producción, de su educación y de su cultura”, señaló Báez.
Don Florencio era correntino pero las vueltas de la vida lo llevaron a vivir a Concepción del Uruguay, esa tierra en donde el 29 de junio de 1815 el General José Gervasio Artigas había declarado al independencia de España de las provincias que integrabanla Ligade los Pueblos Libres. “Ahí justo se instaló Florencio, y desde ahí estudió nuestra cultura para convertirse en uno de los más profundos conocedores de la misma, desde ahí revolucionó nuestra música y nuestra danza, profundo conocedor del guaraní llevó a cabo un enorme trabajo de traducción de términos relacionados con la cultura, con la fauna y la flora de la región”, agregó Báez al hacer uso de la palabra.
“A este inspirador de Cosquín, no se lo iba a encontrar entre los empresarios y promotores que hacen de intermediarios de los trabajadores de la cultura, porque le sobraba con su profesión de enfermero para investigar, levantar testimonios vivos de la gente de todo el departamento y más allá, desde donde pudo construir la investigación que lo llevó a elaborar la coreografía de la chamarrita, que estrenara allá por la década del 60 en el simposio folklórico que le había dado nacimiento e intención a este festival hacia1961”, expresó.
“Su compadre Aníbal Sampayo le puso música a esa coreografía de 96 compases y la persecución política arrinconó a la cultura, la casa de Florencio fue cobijo para el uruguayo. Por esa casa también paso Atahualpa Yupanqui, los Fronterizos, Los Chalchaleros, Jaime Dávalos (que escribiera luego de una visita a esa casa “Canto a Entre Ríos”) Carlos Di Fulvio, Luis Landirscina. En esa fragua criolla también se formaron los Hermanos Cuestas”, rememoró Báez.
“Me han contado que su sabiduría era fuente de inspiración y conocimiento para muchos jóvenes que se identificaban con la música argentina, y que alguna vez vino con ellos a Casquín para presentar otra recopilación: el “Minué de los Montoneros” y ahí también recibió la aprobación de los expertos reunidos en el foro que definía las coreografías reconocidas como folklóricas”, añadió.
“Con su dureza y su sencillez se convirtió en una referencia ineludible en los primeros espacios culturales de Cosquín, en sus primeras peñas, fue creador de formas de bailar la chamarrita, de la indumentaria, los estilos, correntino pero como pocos supo afinar el ojo clínico para definir con precisión como somos los entrerrianos”, dijo el ministro.
“Por supuesto, como tantos otros creadores y trabajadores de la cultura popular de nuestra patria, fue también ignorado por los grandes medios y por los grandes centros de la cultura que siempre miraron para afuera queriéndonos hacer creer que lo de acá era inferior. Afortunadamente hoy estamos revirtiendo eso que tiene que ver con nuestra autoestima como país y como comunidad nacional y por eso nunca más ajustado que venir a hacerle este justo homenaje a Don Florencio y en él a todos aquellos que han trabajado y trabajan por mantener viva nuestra cultura y nuestra identidad”, finalizó Báez.