Alerta roja y asueto en gran parte de Uruguay por posibles temporales

En tanto, se produjo la quinta víctima mortal del tornado de Dolores, una mujer de 61 años que falleció ayer. A estos casos se suman tres muertos en otros puntos del país con lo cual son ocho los fallecidos como consecuencia del tornado y las copiosas lluvias. Los evacuados, de acuerdo a la última evaluación oficial, son 4.049, la gran mayoría en Colonia (1.398) y San José (1.250), aunque se espera que la situación empeore en otros departamentos.
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) informó que las clases están suspendidas hoy en todos los centros educativos de los departamentos en los que hay alerta roja. El resto del país está en alerta naranja debido a un «frente cuasi estacionario asociado a una masa de aire húmeda e inestable que genera tormentas, puntualmente algunas fuertes», según el Inumet. La alerta roja supone un riesgo meteorológico extremo (con fenómenos no habituales de intensidad excepcional y con nivel de peligro muy alto para la población). Esta advertencia corresponde a la posibilidad de precipitaciones torrenciales de más de 100 milímetros en seis horas y de más de 200 milímetros en 24 horas. En los departamentos con alerta roja los funcionarios públicos estarán exonerados de concurrir a sus lugares de trabajo. La Presidencia de la República exhortó al sector privado a aplicar el mismo criterio. No habrá transporte interdepartamental en esos departamentos.
La alerta naranja supone un nivel de riesgo importante (con fenómenos poco habituales y peligrosos para las actividades usuales). En los departamentos con alerta naranja los centros educativos estarán abiertos pero no se controlará la asistencia y quedará a criterio de los padres decidir la concurrencia de los estudiantes a las instituciones. Habrá intensa actividad eléctrica, probabilidad de granizo y vientos muy fuertes.
La situación en cuanto a los cortes de ruta es muy dinámica. Hay 37 rutas cortadas y Colonia aparece como el departamento más afectado y con la red vial más deteriorada. Se restableció la comunicación entre Dolores y Mercedes en Soriano. La Policía Caminera informa a través del teléfono *108 sobre los lugares que dan paso.
Balance
En el departamento de Treinta y Tres se espera que unas 1.800 personas deban salir de sus hogares por efecto de la creciente de los ríos Olimar y Yerbal y de la laguna Arnaud, según explicó a El País el secretario general de la Intendencia, Ramón Da Silva.
En la ciudad de Treinta y Tres había ayer unas 600 personas viviendo en Centros de Barrio y gimnasios municipales. A su vez, en Vergara, la segunda ciudad del departamento olimareño, ya había ayer unas 300 personas desplazadas por la inundación del arroyo Parao. «Lamentablemente esperamos duplicar estas cifras en las próximas 24 horas», dijo Da Silva. Momentos de nerviosismo se vivieron en la noche del domingo cuando estuvo a punto de colapsar una represa de pluviales existente dentro de la ciudad de Treinta y Tres. Se trata de una infraestructura que tiene una capacidad de contención de 15 millones de litros de agua. Una maniobra conjunta entre militares y funcionarios municipales permitió desagotar parte del líquido sin generar mayores problemas.
Se estima que Colonia tiene más de un millar de desplazados, informó el intendente Carlos Moreira. Por el momento las ciudades de Colonia del Sacramento, Rosario, Nueva Helvecia, La Paz (Colonia Piamontesa) y Carmelo son las más afectadas. Se necesitan colchones, pañales y materiales de limpieza. Varios caminos y carreteras fueron cortados por las inundaciones. El caso más relevante se produjo en la ruta 1 a la altura del kilómetro 127 en el llamado «puente blanco». En la mañana de ayer técnicos del MTOP evaluaron la situación de la estructura y se habilitó el pasaje de transporte liviano y más tarde se permitió el pasaje de todo tipo de vehículos. La corriente se llevó un viejo puente de piedra sobre el arroyo Coya dentro de la ciudad de Rosario. Otro puente que desapareció es el que estaba a seis kilómetros de Carmelo, conocido como puente Camacho.
En la ciudad de Rocha y La Paloma había en la tarde de ayer 230 desplazados alojados en casas de familia y dependencias municipales, según informó Fausto De León, encargado del Cecoed local. El domingo la Intendencia debió abrir una conexión entre la laguna de Rocha y el océano para enfrentar la inundación que ya había alcanzado a varias zonas de la ciudad. La maniobra bajó la presión sobre el arroyo Rocha.
Una retroexcavadora abrió una pequeña zanja y en la tarde de ayer la «boca» de la laguna ya tenía unos 300 metros de ancho, algo que demuestra la potencia de las aguas.
La fuerza de las aguas del río Santa Lucía, a la altura de Florida, pasó por encima de la Piedra Alta. Por precaución, las autoridades departamentales resolvieron cerrar el puente de ingreso a la ciudad ya que la creciente estaba muy cerca de la estructura, según informó la secretaria general de la Intendencia, Macarena Rubio.
A esto se suma que el llamado «Paso Viejo», la segunda entrada de la ciudad de Florida, quedó cubierta por la inundación. Por este motivo hasta la tarde de ayer el único ingreso era por la rotonda ubicada en la ruta 5 y la calle José Pedro Varela. En el interior hay 41 pasos cortados que impiden el movimiento de vehículos. Hasta ayer había 192 desplazados y se esperaba que el número creciera.
En Lavalleja el Ejército rescató una familia aislada en la zona del Cerro de los Cuervos. La familia pasó dos días en la planta alta de la casa, comiendo galletitas, contó la intendente Adriana Peña.
En Salto, el río Uruguay comenzó a crecer nuevamente frente a las costas de la ciudad y para la jornada de hoy se estima que su nivel alcance los 10.80, informó la Prefectura Nacional Naval en base al Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Ayer desde el Centro de Control de la central hidroeléctrica se envió a los medios de comunicación un informe en el que se indicaba que las aguas oscilarían entre los 8 y los 8.30 metros hasta hoy martes. Sin embargo, anoche la marca alcanzaba ya los 9.30 y se prevé que no se detendrá en su ritmo de ascenso.