Al final, Montiel los obligó a hablar bien de él

En la batalla final, Montiel obligó al periodismo, opositores políticos y correligionarios que lo denostaban y demonizaban a poco menos que canonizarlo.
Al final Montiel libró su última gran batalla y la ganó, hoy los diarios más importantes de Paraná y de toda la provincia hablan de sus logros y su historia como político.
Hoy los dirigentes de la oposición despiden sus restos con respeto y lo destacan como un hombre de la democracia. Aquellos que lo demonizaban y denostaban, hoy lo canonizan.
Los radicales desfilan frente a su lecho de muerte compungidos, los mismos que cuando Montiel era gobernador se reunían con dirigentes del partido opositor en una quinta para planificar cómo derrocarlo y enjuiciarlo, pero son pocos los que pasaron por esa reunión y se negaron a entregarlo para que el cargo de gobernador quedara en manos de otro radical que ya estaba en convivencia con el partido opositor.
Dos de los diputados convocados por la oposición en ese momento, uno con inicial M y el otro con T, se negaron a venderse a pesar del alto ofrecimiento y uno de ellos le preguntó al que oficiaba de operador de la oposición “¿vos te animarías a entregarlo a Busti?”, ante la respuesta negativa, él expresó “nosotros tampoco lo entregamos a Montiel”.
Fueron muy pocos los que fueron fieles a sus convicciones y no lo vendieron o entregaron, términos que utilizan los mentideros políticos.
Hoy el periodismo destaca las cualidades y virtudes de Montiel, con sus obras de gobierno, algo que hace algunos años era imposible, nadie se animaba, o a aquellos que lo hacían sufrían persecuciones y censura.
Los medios grandes y pequeños dedican tapas y páginas a destacar su trayectoria, lo llaman visionario e ícono del radicalismo, reconocen sus obras en el gobierno, como la creación dela Uader, Sidecreer o Canal 9 de Entre Ríos.
Los diarios de hoy y otros tantos medios destacan la obra de cruce del gasoducto desde Santa Fe, para abastecer a toda la provincia y agregan que aún hoy el suministro de ese combustible no llega a todas las ciudades.
En la balanza de los medios, en un 90% se destacan las obras positivas de Montiel y se lo reconoce como un gran constitucionalista, estadista y hombre de la democracia, mientras que sólo en un 10% se esboza levemente alguna crítica o alusión a su última gestión como gobernador.
Es más, algunos ya lo destacan como un gran visionario, cambiando el término por el del “dirigente que mira a lo lejos”.
Ciertas páginas lo resaltan también como hombre de la cultura, deportista y lector, y algunos correligionarios, luego de años de denostar a Montiel, hoy escriben artículos destacando su actividad docente y su defensa del federalismo.
El ex gobernador Montiel siempre fue utilizado con hipocresía como un caballito de batalla para las comparaciones por sus opositores internos y externos, que hacen su juego.
Montiel fue el gobernador que más visitó tribunales y más causas abiertas tenía en la justicia. Aquellos opositores que hasta ayer querían llevarlo a un juicio oral y público por varias causas, que no se hicieron por los graves problemas de salud que padecía Montiel, hoy no sólo le realizan reconocimientos sino que hasta hablan maravillas de él.
Hoy los diarios cambiaron sus tapas de “Montiel a juicio” y “Prisión para Montiel” por el “Adiós al último caudillo”, cambiando el término de visionario por “el dirigente que mira a lo lejos” y “el hombre que hizo mucho por Entre Ríos”
Montiel, el último caudillo, como dice el periodismo, libró su batalla final y la ganó, no pudieron derrocarlo, llevarlo preso o siquiera juzgarlo.
Al final, fiel a su estilo, los hizo hincar y hablar bien de él.
En definitiva, hablando de caudillos, como dijera un viejo refrán criollo: “donde canta gallo, no canta gallina”.