Con canciones, música y danza finalizaron las actividades culturales por la Cumbre del Mercosur
Con una programación conformada en su totalidad por artistas entrerrianos, concluyó anoche el Festival musical y artístico que, durante tres jornadas, se desarrolló en calle San Martín, junto a Plaza Alvear.
A las canciones se sumaron la plástica y la danza para ofrecer un muestrario de las expresiones culturales que sintetizan la identidad de esta parte de América.
Apenas pasadas las 21, Tati Colombo y Verónica Goncebatt dibujaron una delicada filigrana sobre el paseo peatonal, frente al escenario, acompañando la música de tango. Dos temas bastaron a la pareja para arrancar sonoros aplausos e instalar el ambiente necesario para que el público disfrutara de la actuación del Coro de la Ciudad.
A lo largo de media hora, el conjunto interpretó cinco canciones. En rigor fue una feliz coincidencia que la agrupación dirigida por Magdalena Caraffa se hubiese basado para su presentación anual –que se concretó el mes pasado en el Teatro 3 de Febrero– en un repertorio que planteó una recorrida por Latinoamérica a través de la música y rítmicas más conocidas.
Desde el candombe Ronda Catonga con que arrancó su presentación, el coro pasó por De la costa, una chamarrita de Víctor Velázquez, luego compartió Maracatú, una composición de autor brasileño propia del vecino país en la que estuvo acompañado por José Luis Viggiano como invitado. En la segunda parte pudo escucharse Latinoamérica, de Calle 13, en versión sobre arreglo de Eliseo Rubén Almada –asistente de la directora– y concluyó con dos huaynos de Bolivia.
“Para nosotros como grupo –señaló Magdalena Caraffa– creo que es importantísimo, que nuestro trabajo se tenga en cuenta para estos eventos. Nos han dado un lugar y me parece excelente que el Coro Municipal esté presente también en esta noche de celebración”.
También anoche volvió a escucharse el tema de la Cumbre. “Fue muy importante plasmar en una canción y compartirlo con la gente esta idea de la Patria Grande, eso fue lo que más me motivó”, apuntó Analía Bosque, autora de la composición musical escrita especialmente para el acontecimiento. La paranaense pudo plasmar el trabajo en apenas diez días de intenso trabajo y como resultado final quedó una grabación que será testimonio del encuentro.
Sobre letra de América Criolla, de Marcelino Román, Bosque investigó sobre ritmos musicales característicos de los países representados.
Finalmente pudo interpretar la obra de seis minutos de extensión junto a un conjunto integrado por ocho músicos locales que interpretaron piano, bajo, guitarra, cuatro venezuela, charango, percusión, acordeón y voces.
Un momento especial se vivió con la intervención del Ballet Estable Municipal, que presentó un cuadro basado en danzas de la región. “Nos parecía muy importante mostrar Paraná desde la danza”, explicó Verónica de Mondesert, docente de la Escuela de Danzas. Al explicar la génesis de la propuesta, la coordinadora expresó a El Diario que se trató de “tomar la música del Litoral, principalmente la chamarrita, el chamamé, la mazurka”.
En total 18 bailarines locales, más dos invitados especiales –una maestra y su niña– desarrollaron durante 26 minutos un cuadro histórico en el que se expusieron los pilares del trabajo de mujeres y hombres que hicieron la ciudad. La historia se enfocó en las lavanderas, la vida del pescador, las mujeres costeras, los estibadores. Y luego se pasó a la parte de fiesta, muy merecida.
Una idea central del argumento histórico y coreográfico fue mostrar “cómo atraviesa el río a los habitantes de Paraná, en lo cotidiano del andar, el hablar, en la forma de vida”, lo cual quedó reflejado tanto en el momento de las danzas tradicionales como en un segmento más estilizado y de proyección.
“Estar aquí –concluyó Mondesert– es una gran responsabilidad. A la vez es muy importante tener acceso a este tipo de escenarios. Sobre todo por cuestiones técnicas y por la magnitud del evento, lo que nos llevó a trabajar con mucha intensidad”.
Finalmente, en el cierre, Ensamble La creciente presentó su trabajo, basado en el repertorio que la caracteriza, el sello distintivo y esencial del grupo: músicas de autores entrerrianos.
Durante una hora pasaron composiciones de –entre otros grandes referentes– Miguel Martínez, Walter Heinze, Abelardo Dimotta, Francisco Casís, Linares Cardozo y el sanducero Aníbal Sampayo.
La agrupación, nacida a partir del Movimiento de costa a costa, conformado por músicos de la provincia, se propone precisamente dar a conocer y difundir autores de esta zona.
“La Creciente nació de ese movimiento y oficia como difusor de ese repertorio; por eso se trata de ser lo más abarcativo posible en cuanto a géneros y regiones musicales que tiene Entre Ríos”, indicó el guitarrista Juan Martín Caraballo.
Por su parte, al opinar sobre la significación que el encuentro tuvo para los artistas, Guillermo Luggrin –integrante de La Creciente– destacó que “además de ser una alegría”, el encuentro plantea también preguntas de fondo, material para la reflexión. “Por ejemplo –agregó el músico a propósito del cierre del festival– ¿Desde dónde nos sumamos como artistas entrerrianos a este gran entramado latinoamericano?”.
“Grupalmente optamos por sumarnos desde lo regional, y constituirnos como un hilo más del gran entramado latinoamericano; pero –insistió– desde lo propio. Creemos que es central que cada participante aporte desde su lugar lo suyo para consolidar que esta identidad hecha de pequeños hilos que, en el fondo, se comunican todos entre sí en una gran raíz común que, a lo largo de varios siglos, se ha enriquecido con distintos aportes”.